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El Islam inmortal de los marroquíes: de una profunda espontaneidad a un proyecto de renacimiento espiritual

La conversión de los marroquíes al Islam nunca fue un Islam pasajero o importado. Más bien, siempre ha sido una experiencia histórica profunda en la que la geografía, el espíritu, la cultura, la creencia y la religiosidad se fusionaron con el instinto colectivo.

* El Islam marroquí entre la extensión histórica y los desafíos de la reanudación:

El Islam, que se basó en la piedad de los santos justos, se nutrió del abrazo de las zawiyas y se asentó en los cánticos populares, permaneció resistente a todos los intentos de secuestro, ya fuera por parte del extremismo chiíta o por una alienación modernista hueca.

Sin embargo, a pesar de su resiliencia de larga data, este antiguo modelo enfrenta hoy desafíos muy complejos que superan a los de siglos pasados, por varias razones, entre ellas:

– Olas de falsa religiosidad que fluyen a través de redes y plataformas.
– Patrones mercantilistas de la religiosidad, que vacían la relación con Dios de su profundidad espiritual, convirtiéndola en un producto de consumo.
– El vacío existencial que experimentan algunos jóvenes que viven al margen de todo lo profundo, religioso y cultural.
Por tanto, este trabajo de investigación se propone comprender la naturaleza y especificidad del Islam marroquí, no como un fenómeno folclórico cuya singularidad nos enorgullece, sino más bien como un proyecto civilizacional y espiritual que hoy requiere un proceso consciente de revitalización que le devuelva su brillo en una época de desertificación, aridez espiritual y fragmentación cultural.

¿Puede el Islam marroquí, con su herencia sólida y espontánea, reconstruirse en una era de globalización espiritual en red? ¿Necesitamos un nuevo proyecto de renacimiento espiritual marroquí que nos lleve del orgullo y la glorificación de las glorias del pasado a una reanudación consciente del futuro?

– El primer eje: el Islam marroquí como sistema profundo y simple que rechaza el extremismo y se resiste a tomar prestado e importar modelos.

La religiosidad marroquí se ha distinguido a lo largo de su historia por su capacidad de combinar la sencillez popular con la profundidad espiritual. Es una religión que se practica en las casas, en los mercados, en los campos y en las estaciones, así como en los rincones y en las mezquitas, sin perder su espontaneidad ni convertirse en un ritual cerrado y elitista.

Este modelo único:
1. Resistió el extremismo cuando aparecieron movimientos extremistas en Oriente;
2. Rechazar el préstamo y la importación cuando algunos movimientos intentaron imponer un modelo de religiosidad ajeno al suelo marroquí.

La primera pregunta problemática: ¿es esta profunda espontaneidad suficiente hoy para proteger la religiosidad marroquí de la erosión, o la nueva era requiere un nuevo enfoque de fortificación y renovación?

– El segundo eje: Rechazar la tutela y el adoctrinamiento: los marroquíes y su “Islam inmortal”:

Primero: El Islam como propiedad colectiva, no como tutela suprema:

Desde su implicación en el proyecto islámico, los marroquíes practican su religión como una propiedad colectiva, no como un producto que se les impone.

Ni el Estado, ni los juristas, ni los jeques, ni siquiera las zawiyas, fueron capaces de monopolizar el derecho a creer o confiscar la libertad de la gente de creer. Su título está en el proverbio marroquí, donde el lema espontáneo del pueblo era: “Todo cuelga de su propia pierna”. Ninguna coerción, ninguna inquisición, ningún examen de las partes privadas de las mujeres con el pretexto del ayuno, y ningún insulto dicho a quienes rompen el ayuno, comen o beben.
Aquí la gente rezaba, jugaba, cantaba, ayudaba y asistía a los débiles, sin afirmar que sólo ellos se salvaban y que todos los demás estaban en el infierno.

La segunda pregunta problemática: ¿este rechazo de la tutela fue siempre un signo de salud espiritual o se transformó a veces en resistencia a cualquier reforma religiosa profunda?

Segundo: Resistir la “falsa religiosidad”:

Los marroquíes han experimentado numerosos intentos de “corregir” su religiosidad, pero cada vez se han resistido a lo que consideraban un ataque a la esencia de su relación innata con Dios:
1. Se resistieron al wahabismo en el siglo XIX;
2. Rechazaron el extremismo yihadista en los tiempos modernos.

La tercera pregunta problemática: ¿La religiosidad marroquí produce una inmunidad automática contra el extremismo, o esta inmunidad comienza a erosionarse con las nuevas generaciones?
Tercero: El Islam marroquí en la era de la globalización: un conflicto entre localización e importación
Hoy en día, el Islam marroquí se enfrenta a un nuevo desafío:
1. Una rápida religiosidad en red;
2. Religiosidad formal que se preocupa de la apariencia, no de la sustancia;
3. La religiosidad consumista reducida a fatwas rápidas.

La cuarta pregunta problemática: ¿Necesitamos un proyecto religioso nacional que restaure la posición del Islam marroquí como poder blando, o su fuerza reside en su falta de proyecto y en su renovada espontaneidad?

* Resumen sintético: El Islam marroquí entre raíces y renovación:
Los marroquíes han sabido construir su Islam eterno que nunca muere, porque no es un Islam que se les enseña, sino un Islam que brota de lo más profundo de ellos mismos. Pero hoy el desafío es más complejo; En medio de las olas de falsa religiosidad y las tentaciones de la globalización espiritual, surge una pregunta más profunda: ¿cómo “restablecer la fe” en suelo marroquí, para que permanezca resistente a la importación y, al mismo tiempo, capaz de renovarse?

El futuro del Islam marroquí depende de su capacidad para:
– Restablecer la fe en la conciencia de las generaciones.
– Realizar un proyecto de renovación para protegerlo de la erosión.
– Lanzar una revolución espiritual que reactive el “Islam al-Barakah” como un poder blando que dé sentido al pueblo marroquí.

* De la espontaneidad a la reanudación: Por un nuevo renacimiento espiritual marroquí:
Los marroquíes viven desde hace siglos de su Islam inmortal, un Islam espontáneo, profundo, sólido y simple. Pero la era de la globalización llegó para perturbar este sistema, y ​​la pregunta aguda en nuestra conciencia colectiva pasó a ser:

¿Debemos contentarnos con la nostalgia del Islam de nuestros antepasados ​​o embarcarnos en un proyecto de renovación espiritual que restablezca la fe en el suelo profundo de Marruecos?

Necesitamos una revolución espiritual silenciosa que revitalice el Islam marroquí, no como “folclore”, sino como una fuerza que renueve el espíritu del pueblo y dé sentido a las generaciones en tiempos de confusión. Este renacimiento se refiere en su significado a:
– la transición de la espontaneidad a la reanudación consciente.
– Fortalecer el modelo marroquí frente a la invasión religiosa.
-Restablecer el espíritu de la bendición como un valor, no como un mito.
– Combinar la profundidad sufí con la conciencia crítica que libera la fe de la ilusión de la religiosidad vulgar.

De la espontaneidad que resistió a la reanudación que crea, se encuentra el camino del próximo renacimiento espiritual marroquí.

El Islam marroquí, este Islam que nunca muere, merece ser revivido hoy, no como un recuerdo, sino como un proyecto vivo que despierte bendiciones en un tiempo de desertificación espiritual y de aridez, y dé a los marroquíes una vez más la capacidad de decir:

“Ésta es mi fe, espontánea en su esencia, profunda en sus raíces, renovada en su silencio y capaz de renovarse de nuevo.”

Dr Abdulah Shanfar

Tr Rachid Belkhadir

 

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