
Los campamentos de Tinduf están sufriendo una escalada sin precedentes tras informes de la prensa internacional según los cuales el ejército argelino ha llevado a cabo incursiones contra zonas pobladas por civiles. El periódico español El País informó que se utilizaron drones en operaciones de bombardeo descritas como «ataques militares», que provocaron víctimas y generaron preocupaciones sobre la seguridad civil y reiteradas violaciones de los derechos humanos.
El periódico calificó las reiteradas intervenciones militares como algo que excede los límites de la seguridad y llamó a la comunidad internacional a poner fin a su silencio y asumir sus responsabilidades respecto a los acontecimientos en Tinduf. Subrayó que la situación requiere una intervención urgente de las agencias de la ONU para poner fin a esta peligrosa escalada.
El informe señala que el más reciente de estos ataques ocurrió el pasado martes por la noche, después de la oración de la tarde, y causó pérdidas humanas y materiales entre los residentes del campamento, aumentando el descontento público y encendiendo un conflicto latente en Tinduf, mientras las organizaciones internacionales permanecieron en silencio.
peso pesado
Hassan Aqrtit, experto en relaciones internacionales, considera acertada la descripción que hace El País de las intervenciones del ejército argelino en los campamentos de Tinduf como «incursiones». Explica que estos campamentos se han convertido en una pesada carga para el régimen argelino, tanto a nivel de seguridad como social, lo que le ha llevado a adoptar una política de repetidas intervenciones militares para recuperar el control en medio de una creciente inseguridad.
En una declaración al periódico electrónico Hespress, Aqrtit explicó que la sucesión de estas intervenciones refleja una pérdida de control por parte de las milicias del Polisario y sus bandas afiliadas, lo que llevó al ejército argelino a intervenir directamente para reafirmar el control dentro de los campamentos, en medio de una escalada de tensiones y un deterioro de la situación de seguridad.
Aqrtit sugirió que el estancamiento en las perspectivas del proyecto separatista acercaba más que nunca el momento de la verdad, y señaló que desmantelar las milicias del Polisario y poner fin al statu quo en los campamentos de Tinduf sería un paso clave para lograr la seguridad y la estabilidad en la región en su conjunto.
El mismo portavoz señaló que la situación avanza progresivamente hacia la consolidación de la estabilidad en la región, considerando que la persistencia de los campamentos de Tinduf como «cantones» de detención forzada bajo la tutela del régimen argelino constituye una amenaza real a la paz y la seguridad regionales y obstaculiza cualquier camino hacia una solución permanente del conflicto.
El mismo experto confirmó, en su declaración a Hespress, que Marruecos está logrando avances estratégicos avanzados, mientras que Argelia enfrenta un estancamiento político cada vez mayor en su dependencia del apoyo al Frente Polisario. Destacó que lo que calificó de «incursiones reiteradas» demuestran claramente el fracaso de esta apuesta y el colapso de sus opciones en el terreno y en el plano diplomático.
Aqrtit también explicó que la crisis que enfrenta el régimen argelino se ve agravada por sus tensas relaciones con los países del Sahel y el Sahara, así como con Marruecos, Mauritania y Libia. A esto se suma el colapso del llamado eje de rechazo y resistencia en el mundo árabe, que ha profundizado su aislamiento regional, dejándolo sin otros aliados que Túnez.
El experto en relaciones internacionales destacó que los informes publicados por periódicos internacionales como El País, junto con testimonios de organizaciones de derechos humanos, son todos favorables a Marruecos. Exponen las prácticas del ejército argelino en los campamentos y colocan a la comunidad internacional, en particular al Consejo de Seguridad y al enviado de la ONU Staffan de Mistura, ante la responsabilidad histórica de intervenir urgentemente ante las nuevas realidades geopolíticas y de seguridad.
Aqrtit consideró que lo que ocurre dentro de los campamentos de Tinduf representa un momento de despertar interno frente a las milicias del Polisario y las agencias de inteligencia argelinas, señalando que este levantamiento refleja un estado de ruptura sin precedentes y expone la incapacidad del régimen argelino para controlar el deterioro de la situación dentro de estos cantones cerrados.
conflicto intenso
Sameh Al-Ali, experto en estudios africanos y de Oriente Medio, considera que las acciones de Argelia en los campamentos de Tinduf revelan una flagrante contradicción en sus políticas. Si bien promueve el apoyo a la causa palestina, incurre en prácticas dentro de estos campos no menos brutales que las que sufren los residentes de la Franja de Gaza. Esta escena encarna una dualidad de posiciones y la ausencia de cualquier compromiso humanitario genuino.
En una declaración al periódico electrónico Hespress, Al-Ali explicó que Argelia no trata los campamentos de Tinduf como una responsabilidad humanitaria, sino como una pesada carga que intenta aliviar. Esto no hace más que agravar la situación y profundizar el sufrimiento de la población, dada la falta de una visión clara del régimen argelino para abordar esta cuestión.
El experto egipcio afirmó que la comunidad internacional está llamada a adoptar medidas serias para poner fin a las violaciones y pidió soluciones humanitarias urgentes. También hizo un llamamiento a los países a los que pertenecen algunos de los refugiados en los campamentos, en particular los del África subsahariana y Siria, para que asuman sus responsabilidades y repatrien a sus ciudadanos, dada la importante mezcla de nacionalidades en Tinduf.
Al-Ali cree que los verdaderos saharauis deberían ser reintegrados a las ciudades del Sahara marroquí, como El Aaiún, Esmara y otras zonas bajo soberanía marroquí, como un paso crucial para poner fin a las condiciones excepcionales e inhumanas que los residentes de los campamentos han soportado durante décadas.
El mismo orador destacó la necesidad de incluir lo que ocurre en Tinduf entre las prioridades de los medios de comunicación internacionales, llamando a producir reportajes e investigaciones de campo que expongan la realidad actual y transformen el sufrimiento de la población en un tema de opinión pública global. Subrayó la importancia de desviar la atención de los medios de comunicación como herramienta de presión indispensable para descubrir la verdad y lograr algún avance en este conflicto crónico.
Al-Ali también destacó la importancia de que los medios de comunicación marroquíes se basen en los testimonios de los propios residentes del campamento o de sus colaboradores para proporcionar datos precisos, informes de campo y reportajes que revelen la realidad de la vida cotidiana. Consideraba que documentar estos testimonios permitiría exponer las prácticas vigentes y contribuir a movilizar el apoyo internacional a Marruecos.
El mismo experto pidió a Marruecos que intensificara sus esfuerzos diplomáticos llevando el caso a la atención de Interpol y exigiendo el regreso de la población detenida a su patria en el Sáhara marroquí. Señaló que esta medida daría a Rabat un fuerte impulso en legitimidad política y humanitaria y fortalecería su posición como partido defensor de los derechos de los saharauis desaparecidos por la fuerza en Tinduf.
Al-Ali también señaló que la política de Marruecos hacia Argelia se caracteriza por la inteligencia estratégica, explicando que el silencio oficial, junto con la política de mano extendida del Rey Mohammed VI, ha dado a Rabat una mayor influencia en la escena diplomática. Destacó que “en política, a veces el silencio es más elocuente que las palabras y más poderoso para ganar batallas”.
El portavoz pidió a Marruecos que adopte una acción diplomática más audaz hacia Argelia, subrayando que la comunidad internacional ha esperado durante mucho tiempo tal medida, en particular a la luz de los éxitos estratégicos de Rabat a nivel regional e internacional, y su capital político en la cuestión del Sáhara Occidental.