
Estación 2025: El comienzo confuso
Todo comenzó con declaraciones contradictorias de la oficina del Polisario en España, que emitió un comunicado anunciando el aplazamiento de los vuelos del programa, justificándolo con el retraso en la emisión de pasaportes colectivos para los niños. Sin embargo, pronto se hizo evidente que la verdadera razón era más profunda y grave, ya que el programa se había convertido en un mecanismo para ajustar cuentas internas entre las oficinas del Polisario, ante la ausencia de supervisión financiera de las enormes transferencias financieras asignadas al programa.
De hecho, algunos representantes del Frente en las provincias han aprovechado el programa anual para convertirse en comerciantes profesionales de visas, beneficiándose del sufrimiento de los niños.

Un avión despegó y dejó a los niños en el aeropuerto de Tinduf (ver fotos adjuntas)
Uno de los momentos que más reveló la magnitud del caos fue cuando un avión despegó con destino a Francia sin embarcar a un grupo de niños de la provincia de Awsard, a pesar de estar registrados para el vuelo. En cambio, sus asientos fueron vendidos a otros pasajeros, y la autoridad responsable fue acusada de no organizar los procedimientos a tiempo, lo que causó un trauma psicológico a los niños, quienes pasaron la noche en el aeropuerto de Tinduf, llorando y desplomándose.




Mintiendo en Gran Bretaña y reclamando el regreso del programa de vacaciones después de una ausencia de 20 años (ver declaración adjunta)
En Gran Bretaña, el escándalo cobró una nueva dimensión cuando la oficina del Polisario intentó, mediante un comunicado, atribuir a su iniciativa un viaje ajeno al programa oficial. El viaje formaba parte del proyecto «Voz del Desierto», en colaboración con la organización «Sand Blast». Sin embargo, el Frente afirmó falsamente haber restablecido el programa en Gran Bretaña tras una pausa de 20 años. Instituciones británicas y diversos partidos en los campamentos salieron entonces a desmentir estas afirmaciones y a exponer los intentos de aprovecharse de la verdadera labor humanitaria. El asunto incluso se convirtió en motivo de burla en los campamentos de Tinduf (véanse las fotos adjuntas).

Programa de vacaciones: Cristianización, explotación y venta de niños
El mayor escándalo, que confirma el colapso total de los valores de este programa, reside en la forma en que las familias lo gestionan. Algunas se niegan a enviar a sus hijos por miedo a la conversión al cristianismo, la explotación sexual o incluso a ser vendidas a familias extranjeras. Estos son casos documentados de familias saharauis que se enfrentaron a la aterradora realidad de la adopción forzada y la pérdida. Por otro lado, hay familias que ignoran todas estas violaciones a cambio de dar a sus hijos la oportunidad de recibir tratamiento o de obtener alimentos que no están disponibles en los campamentos. Esto es aprovechado por bandas organizadas dentro del Polisario para otorgar más visados a acompañantes a cambio de dinero, mientras que se excluye a quienes realmente trabajan en el ámbito de la infancia. Así, el programa «Vacaciones en Paz» se ha convertido en un proyecto de corrupción masiva, que explota la inocencia de los niños y vende los sueños de las familias en medio de una total ausencia de rendición de cuentas y un floreciente mercado negro de venta de visados, liderado por actores corruptos dentro del Polisario.
