Jefe de inteligencia iraní acusado de trabajar para el Mossad

En declaraciones recogidas por Ahmadinejad, este explicó que el individuo en cuestión no actuaba solo, sino que se coordinaba con aproximadamente otros 20 miembros de la misma unidad, todos ellos empleados por el servicio de inteligencia israelí . Esto representa un duro golpe para el aparato de seguridad nacional iraní y plantea importantes interrogantes sobre la eficiencia y el desempeño de los servicios de seguridad.
Este anuncio se produce apenas horas después de que Israel lanzara una operación militar a gran escala denominada «Operación León Ascendente», dirigida contra instalaciones militares y nucleares dentro del territorio iraní, específicamente en la capital, Teherán.
Según los medios estatales iraníes, la operación resultó en la muerte de varios altos mandos militares, entre ellos el mayor general Hossein Salami, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, el mayor general Gholam Ali Rashid, comandante del Cuartel General de Defensa Aérea Khatam al-Anbia, y el jefe del Estado Mayor del Ejército iraní, general Mohammad Bagheri.
Este ataque es una de las operaciones militares más violentas a las que ha sido sometido Irán en años e indica un desarrollo cualitativo en la naturaleza de la confrontación entre Israel e Irán, tanto a nivel de inteligencia como militar.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, confirmó que Israel había llevado a cabo un «ataque preventivo», advirtiendo de la posibilidad de represalias por parte de Irán con misiles o drones. Se declaró un «estado de emergencia especial» en el ámbito interno israelí en previsión de una posible escalada.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor israelí, teniente general Eyal Zamir, describió la operación militar como una «campaña histórica sin precedentes», señalando que sus resultados serían influyentes, pero podrían abrir la puerta a una mayor escalada en la región.
Estos acontecimientos plantean a Irán desafíos de seguridad sin precedentes, en medio de lo que parece ser una ruptura de la confianza interna en algunas agencias de seguridad sensibles, en particular después de la revelación de que figuras importantes del Servicio de Inteligencia Nacional están vinculadas a agencias de inteligencia extranjeras, más notablemente el Mossad israelí.
Agencias