Economiapolitica

El Reino de Marruecos la República Islámica de Mauritania la República del Senegal la República de Gambia y la Nueva Alianza Parlamentaria

El Reino de Marruecos, la República Islámica de Mauritania, la República del Senegal y la República de Gambia anunciaron la creación de una nueva alianza parlamentaria.
Esta alianza busca promover la integración y la estabilidad en la región, que enfrenta múltiples desafíos y crisis. También trabajará para defender los intereses de estos países en foros internacionales.
Esta alianza constituye un paso importante en los esfuerzos conjuntos para fortalecer la cooperación regional y lograr el desarrollo sostenible. Se centrará especialmente en fortalecer la unidad y la solidaridad entre los Estados miembros, allanando el camino hacia un futuro más interconectado y próspero en la región.
La capital senegalesa, Dakar, fue testigo del anuncio oficial, el lunes 30 de mayo de 2025, de la creación de un nuevo bloque parlamentario integrado por Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia. Esta iniciativa recibió la atención de los medios de comunicación de estos países y se describió como un avance cualitativo hacia el fortalecimiento de la cooperación legislativa y regional entre los países de la región.
Un bloque parlamentario formado por Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia... ¿Estamos asistiendo al fin del desafío del Magreb y al comienzo de la alianza atlántica?

 El anuncio se produjo durante la ceremonia de clausura del período ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional de Senegal (2024-2025), una plataforma para destacar el compromiso de los parlamentos miembros de coordinar esfuerzos para abordar desafíos comunes, desde la seguridad y el desarrollo hasta el cambio climático.

En sus intervenciones, los representantes de los cuatro parlamentos elogiaron la experiencia. El parlamentario marroquí Abdelmajid Fassi Fihri destacó la profunda relación estratégica entre Marruecos y Senegal, señalando que este bloque fortalece la coordinación política y legislativa para adaptarse a los crecientes desafíos internacionales.

Una iniciativa parlamentaria con mayor alcance

Este nuevo bloque parlamentario expresa el compromiso de Marruecos de fortalecer su presencia en África Occidental como alternativa estratégica, dado el estancamiento que ha asolado a la Unión del Magreb Árabe desde su fundación en 1989 y su incapacidad para cumplir con su función histórica. Esto se debe al conflicto que dura ya cinco décadas entre Marruecos y Argelia, cuyo núcleo es la cuestión del Sáhara Occidental.

La adhesión de dos países, Senegal y Gambia, a este bloque legislativo, ambos conocidos por su apoyo explícito a la soberanía marroquí sobre el Sáhara, otorga a este bloque legislativo un impulso político significativo, sentando potencialmente las bases para una nueva alianza regional basada en las intersecciones de la seguridad, el desarrollo, la estabilidad y el respeto de la integridad territorial de estos países.

La adhesión de Mauritania plantea nuevas preguntas sobre la posibilidad de que Nuakchot modifique su posición regional respecto a Rabat, a pesar de su «neutralidad positiva» respecto al conflicto del Sáhara, como ya expresó su presidente, Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, en una entrevista con el periódico francés Le Figaro en septiembre de 2023.

¿Una alternativa a la Unión del Magreb?

Los datos acumulados indican un cambio gradual en las prioridades marroquíes. Rabat, que desde hace tiempo impulsa la revitalización de la Unión del Magreb Árabe, parece estar buscando espacios más acordes con su visión estratégica. Esto quedó confirmado por el lanzamiento de la Iniciativa de Acceso al Sahel, cuyo objetivo es fortalecer la integración regional y promover el desarrollo sostenible en una región que incluye países cuyos intereses convergen en diversos temas.

Sin embargo, esta “transformación” no significa que Marruecos haya abandonado el proyecto magrebí. El rey Mohammed VI ha reafirmado reiteradamente su compromiso con los principios fundacionales de la Unión del Magreb Árabe, considerándola una opción unificadora derivada de una historia y un destino comunes. No obstante, el estancamiento en el horizonte político regional ha impulsado a Rabat a abrirse a espacios alternativos e iniciativas realistas como una vía óptima para servir a los intereses de Marruecos, que quizás ha optado por abrir una nueva página con los países del Atlántico Sur, sin pasar completamente página en el Magreb.

La alianza parlamentaria cuatripartita entre Marruecos, Senegal, Mauritania y Gambia surge como una nueva opción para establecer una unión política y económica de este tipo. Rabat intentó previamente unirse a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) en febrero de 2017, sin obtener respuesta hasta la fecha. Esta misma organización comenzó a desmoronarse tras la retirada de Malí, Níger y Burkina Faso en 2024, lo que dio lugar a la formación de la Confederación del Sahel.

Gasoducto y brújula atlántica

Más allá de su naturaleza puramente parlamentaria, el nuevo bloque entre Marruecos, Mauritania, Senegal y Gambia no puede considerarse al margen de las importantes transformaciones impulsadas por Rabat en el África subsahariana, en particular en el oeste del continente. Esta iniciativa parlamentaria es una extensión natural de una serie de proyectos geoestratégicos y económicos liderados por Marruecos y señala una visión integrada para la construcción de un espacio regional armonioso centrado en el desarrollo y el crecimiento económico.

A la vanguardia de estos proyectos se encuentra el gasoducto Nigeria-Marruecos, que atraviesa Mauritania, Senegal y Gambia. Se espera que proporcione un sustento energético para toda la región y una base sólida para la integración económica transfronteriza. Esto se suma a la Iniciativa Atlántica Africana, lanzada por el rey Mohammed VI en 2022, cuyo objetivo es transformar la costa atlántica de África en un espacio unificado para la cooperación y el desarrollo conjunto, fortaleciendo así la presencia de África en los equilibrios geopolíticos internacionales.

El gasoducto Marruecos-Nigeria, ahora denominado «Atlántico Africano», ya se ha convertido en una prioridad para muchos países de la región, en particular tras el anuncio de Mauritania y Senegal del inicio de la explotación de gas en el proyecto Grande Tortue-Ahmeym, fronterizo entre ambos países, a partir del 31 de diciembre de 2024. Esto coincide con el anuncio de Leila Benali, ministra marroquí de Transición Energética y Desarrollo Sostenible, en mayo del mismo año, de que la primera fase del proyecto había comenzado a implementarse en ambos países.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba